Recomendaciones nutricionales durante el tratamiento contra el cáncer
La alimentación es una parte importante del tratamiento contra el cáncer. Comer los alimentos adecuados antes, durante y después del mismo, puede ayudar a que el paciente se sienta mejor y esté más fuerte.
La licenciada Andrea Yonker, de la jefatura de Dietética y Nutrición del Centro Médico nos amplía sobre el tema.
¿Cuál es la importancia de una buena alimentación durante el tratamiento contra el cáncer?
Se vuelve primordial un buen estado nutricional para enfrentar la enfermedad, antes, durante y después del tratamiento. Cuando una persona tiene cáncer surgen cambios que harán difícil mantener un buen estado nutricional. La enfermedad no solo consume y exige más energía, sino que hay un alto riesgo nutricional por los efectos secundarios que causan los diferentes tratamientos como la radioterapia, quimioterapia, immunoterapia, o cirugía. Muchos de los efectos secundarios harán que al alimentarse bien sea un reto muy grande, pero posible de cumplir si hay se conoce cómo conllevarlos.
Un paciente con un buen estado nutricional antes, durante, y después del tratamiento, estará más listo para vencer la batalla.
Durante el tratamiento, ¿Qué factores pueden influir en mantener una buena alimentación durante esta etapa?
La situación que enfrenta un paciente con cáncer no es fácil, y existen varios factores que obligarán a cambiar la forma en que nos alimentamos y nutrimos: la propia enfermedad, los efectos del tratamiento, la tolerancia a los alimentos, la capacidad de asimilar bien los nutrientes, las necesidades de los nutrientes, el estado de ánimo del paciente, lo que es muy importante cuidar para no perder el apetito.
¿Cuáles serían los beneficios de mantener una buena alimentación durante el tratamiento contra el cáncer?
El comer bien durante el tratamiento podría ayudar a sentirse mejor, mantener un nivel elevado de fuerza y energía, mantener el peso y las reservas de nutrientes del cuerpo, tolerar mejor los efectos secundarios relacionados al tratamiento, reducir el riesgo de infecciones, sanar y recuperarse más rápidamente.
Parece un reto desafiante mantener un cuerpo bien nutrido durante el tratamiento contra el cáncer, en especial por todos los efectos secundarios relacionados al no querer o no poder comer. ¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento que pueden afectar la nutrición del paciente?
El objetivo de los tratamientos que existen contra el cáncer, es eliminar esas células malignas. Sin embargo, el mismo tratamiento daña las células sanas. Y por esa razón, surgen los efectos secundarios, de los cuales los más comunes relacionados a la capacidad de alimentarse son:
Pérdida del apetito o anorexia, dolor en la boca o garganta, resequedad de la boca, problemas dentales y de las encías, cambios en los sentidos del gusto y el olfato, náusea y/o vómito, diarrea y/o estreñimiento, sensación de cansancio todo el tiempo (fatiga), y depresión.
¿Algunas recomendaciones nutricionales generales para sobrellevar los efectos secundarios durante el tratamiento contra el cáncer?
A continuación, se las comparto:
Cambios en el apetito
No comer: puede resultar en pérdida de peso que a su vez causa debilidad y fatiga.
¿Qué hacer?
Comer varias veces al día en pocas cantidades, de forma frecuente, en lugar de tener 3 comidas grandes.
Evitar consumir líquidos junto con las comidas o dar pequeños sorbos si es necesario. Consumir la mayoría entre las comidas.
Comer en compañía de otras personas, hacerlo lo más placentero posible.
El incluir ejercicio de rutina una hora antes de comer puede ayudar a que se sienta con más hambre.
Mantener snacks a la mano que sean altos en calorías y proteína (huevo duro, mantequilla de maní, queso, helado, barras de granola, suplementos nutricionales líquidos, pudines, nueces y semillas, atún o pollo molido enlatado)
Comer preparaciones favoritas en cualquier parte del día.
Estreñimiento
Por los medicamentos contra el dolor, los cambios en los hábitos, por disminuir la actividad física: harán que los intestinos se muevan con menor frecuencia y dificulta la evacuación y produce estreñimiento.
Comer alimentos ricos en fibra, tomar más líquido durante el día, comer en horas habituales y mantener constancia en actividad física.
¿Qué hacer?
Tratar de evacuar a la misma hora todos los días.
Beber de 8-10 tazas de líquido al día, siempre y cuando no exista alguna restricción. Probar agua pura, agua de ciruela, jugos tibios, tés, limonada caliente (puede que lo caliente estimule la evacuación).
Evitar alimentos y bebidas que causen mucho gas, como manzana, aguacate, frijol, arveja, legumbres, coliflor, repollo, brócoli, leche, hasta que ya no exista estreñimiento. Evitar además el uso de pajillas y goma de mascar.
Usar laxantes solamente consultando al médico especialista.
Diarrea
El tratamiento y los medicamentos pueden causar evacuaciones intestinales mucho más frecuentes y diarrea. La diarrea es la evacuación de heces fecales blandas o líquidas tres o más veces al día. Cuando no se controla, puede causar pérdida de líquidos, pérdida de peso, poco apetito, y debilidad.
¿Qué hacer?
Tomar muchos líquidos ligeros, claros (agua, infusiones, jugo de manzana, néctares, consomé, helado de agua, gelatina). No gaseosas, bebidas ácidas como jugo de tomate, frutas cítricas. Consumir líquidos a temperatura ambiente.
Consumir comidas pequeñas con mayor frecuencia durante el día.
Evitar los alimentos grasosos, fritos, picantes, o muy dulces.
Limitar la leche y productos lácteos a un máximo de 2 tazas diarias. Yogurt y suero de la leche son permitidos.
Evitar bebidas o alimentos que causen gases como: gaseosas, verduras que produzcan muchos gases y goma de mascar.
Beber y comer alimentos altos en sodio: caldos, sopas, bebidas deportivas, galletas, pretzels.
Beber y comer alimentos altos en potasio: jugos y néctares de frutas, bebidas deportivas, papas con cáscara, banano, plátano.
No masticar chicle, dulces, o postres hechos a base de azúcares como sorbitol, manitol, o xilitol.
Cansancio
El tratamiento origina una sensación de cansancio constante e intenso, y es difícil aliviarlo con descanso. Es un problema común. La causa puede variar: el tratamiento, no comer lo suficiente, falta de sueño, depresión, recuento bajo de glóbulos rojos y algunos medicamentos. Existen medidas que se pueden tomar relacionadas a la alimentación.
¿Qué hacer?
Priorizar: hacer las cosas más importantes cuando tenga más energía.
Hacer ejercicio o caminar de manera breve. La actividad moderada puede ayudar a disminuir el cansancio relacionado al cáncer.
Beber suficientes líquidos saludables. La deshidratación puede empeorar el cansancio. Si está perdiendo peso, incluir bebidas que contengan calorías, como leche, jugo natural, batidos nutritivos.
Resequedad en la boca o saliva espesa
Es común con un tratamiento de radioterapia en la región de la cabeza y cuello, así como en algunos tipos de quimioterapia y ciertos medicamentos.
Las glándulas productoras de saliva pueden irritarse y secretar menos saliva, o hacerse muy espesa y pegajosa.
Es importante tomar mucho líquido durante el día y comer una alimentación más húmeda. El cepillarse los dientes y enjuagarse con una solución de bicarbonato de sodio, sal y agua ayudará para mantener la boca limpia y prevenir infecciones.
¿Qué hacer?
Consumir comidas pequeñas y masticar muy bien.
Agregar caldo, sopa, salsas, yogurt, o crema para humedecer las comidas.
Chupar caramelos o masticar chicle sin azúcar para estimular la saliva. Los sabores cítricos, de canela, y de menta funcionan bien.
Evitar los enjuagues bucales comerciales, bebidas alcohólicas y ácidas, además del tabaco.
Limitar el consumo de cafeína del café, té, bebidas energéticas, y refrescos con cafeína.
Complementos nutricionales en forma líquida pueden ayudar.
Suplementos nutricionales líquidos también pueden apoyar por un tiempo.
Papaya o piña fresca puede ayudar a diluir la saliva, pero probar solamente si no existe dolor en la boca.
Úlceras en la boca
Algunos medicamentos de quimioterapia o radioterapia dirigida a cabeza y cuello pueden causar úlceras o llagas en la boca, y dolor de garganta.
¿Qué hacer?
Alimentación sencilla y simple, consumiendo alimentos a temperatura ambiente o fríos pueden aliviar los síntomas. Ejemplos: sopas, cereal cocido, pasta, yogurt, entre otros.
Hacer puré o licuar los alimentos con un procesador de alimentos o licuadora para hacerlos más fáciles de tragar.
Tomar bebidas a través de una pajilla para evitar el contacto con las llagas.
Evitar alimentos gruesos, secos, o con textura áspera.
Consumir alimentos altos en proteína y calorías para acelerar la recuperación.
Evitar alimentos que puedan causar irritación: frutas y bebidas agrias, ácidas, o saladas, bebidas con alcohol y alimentos picantes.
Enjuagar la boca periódicamente con una solución de sal, bicarbonato de sodio y agua. Hacer gárgaras con la mezcla. Ayudará a aliviar.
Náusea
Una persona puede experimentar náusea sin vómitos. En quimioterapia, puede ocurrir mientras está en su tratamiento o bien durar hasta algunos días. Esto dependerá de los medicamentos específicos que tome.
En radioterapia dirigida al estómago, cerebro, pecho o pelvis, las náuseas pueden ocurrir al poco tiempo después del tratamiento y durar por varias horas. También pueden originarse por otras causas.
¿Qué hacer?
Consumir de 6-8 comidas pequeñas al día, en lugar de 3 grandes.
Comer alimentos secos, como galletas, pan tostado, cereales secos, palitos de pan.
Elegir alimentos que no despidan olores muy fuertes.
Consumir comidas frías en lugar de calientes.
Evitar alimentos extremadamente dulces, grasosos, fritos o picantes.
Si tiene mal sabor de boca, chupar caramelos como menta o limón.
Problemas para tragar
¿Qué hacer?
Comer alimentos suaves y líquidos. Puede ser más fácil tragar alimentos líquidos espesos que líquidos finos.
El consumo de bebidas altas en calorías y proteínas puede ayudarle a mantener su ingesta de alimentos cuando no pueda comer suficientse alimentos comunes.
Consumir comidas pequeñas y frecuentes.
Gelatina: puede usarse para suavizar pasteles, galletas, emparedados, puré de frutas, y otros alimentos fríos.
Tapioca, harina, o maicena: utilizar para espesar los líquidos. Se requiere cocción antes de usar.
Espesantes comerciales
Puré de vegetales y papas: usar en las sopas para espesar. Si cambiará el sabor de la comida.
Cereal de arroz para bebés
Si los líquidos finos son mejor tolerados, procurar los siguientes: té, bebidas refrescantes, bebidas nutricionales, sorbetes, caldos, sopas ligeras con base láctea.
Si los líquidos espesos con mejor tolerados, procurar suero de leche, batidos a base de yogurt o helado.
Cambios en el gusto y olfato
Estos cambios pueden afectar el apetito y en varias ocasiones pueden ser causantes de un sabor amargo o metálico.
¿Qué hacer?
Probar con alimentos, adobes, especias, bebidas y otras formas de preparar que no esté acostumbrado.
Mantener la boca limpia por medio de enjuagues y cepillado de dientes.
Procurar el uso de utensilios de plástico, así como vasos y platos de vidrio.
Consumir pastillas de limón sin azúcar, chicles y mentas.
Procurar las frutas frescas o congeladas, en lugar de enlatadas.
Congelar frutas como melón, uvas, naranja, sandía y comerla en trozos pequeños.
Sazonar las comidas con sabores ácidos como gajos de limón, limonada, fruta cítrica, vinagre, y alimentos en escabeche. (no seguir estas recomendaciones si existe dolor de garganta o de boca).
Refrescar la boca con un enjuague bucal con bicarbonato de sodio, sal y agua antes de comer, lo cual ayudará para saborear mejor los alimentos.
Si las carnes rojas saben raro, probar con otros alimentos ricos en proteínas como pollo, pescado, huevo, o queso.
Licuar frutas frescas en licuados con leche, helado, o yogurt.
Para reducir olores, cubrir las bebidas y usar una pajilla, seleccionar alimentos que no requieran cocción. Evitar comer en lugares sofocantes o acalorados.
¿Cuáles serían los objetivos principales para mantener una buena nutrición durante el tratamiento contra el cáncer?
Mantener un peso saludable, obtener los nutrientes esenciales: proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales. No olvidemos la importancia de mantener nuestro cuerpo bien hidratado. Por último, mantenerse lo más activo posible y evitar el sedentarismo para evitar la pérdida de masa muscular.
Para finalizar, debemos de empoderarnos de la situación. El mantenerse informado de qué efectos secundarios pueden surgir durante el tratamiento, se podrá controlar mejor y estar preparados para sobrepasarlos.
No existe un solo alimento o un grupo de alimento que pueda prevenir o combatir el cáncer por sí solo. No existe una alimentación “anti-cáncer”. La mejor manera de combatirla es alimentarnos de manera saludable incluyendo todos los grupos de alimentos: frutas, vegetales, legumbres, carbohidratos complejos ricos en fibra, nueces y semillas que son parte del grupo de las grasas saludables. Incluir moderadamente productos lácteos bajos en grasa y proteínas magras de origen animal. Limitar el consumo de carnes rojas y procesadas, así como los carbohidratos simples (azúcar de mesa y harinas refinadas). Aquí en Guatemala, se tienen nutricionistas especializadas en Nutrición y Cáncer que con su experiencia y profesionalismo en el tema serán clave en el tratamiento multidisciplinario para combatir la enfermedad.