Peligros del consumo de tabaco
El tabaquismo es la enfermedad producida por la adicción al tabaco y está considerado como una de las principales causas de muerte, enfermedades y empobrecimiento a nivel global.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que cada año mueren más de 8 millones de personas a causa del tabaco, de las cuales 7 millones ocurren por consumo directo y cerca de 1,2 millones son fumadores pasivos.
Estas cifras convierten al consumo de tabaco como una de las mayores amenazas para la salud pública en el mundo y la principal causa de muerte prevenible.
En este marco, cada 31 de mayo se conmemora el día mundial sin tabaco con el objetivo de reflejar la importancia de la lucha contra la epidemia del tabaquismo.
Tipos de consumo
Si bien el cigarrillo es una de las formas más habituales relacionadas con el tabaco, en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco se definen los productos de tabaco como aquellos «preparados totalmente o en parte utilizando como materia prima hojas de tabaco y destinados a ser fumados, chupados, mascados o utilizados como rapé».
El factor común es que todos contienen nicotina, ingrediente que produce la dependencia. Entre las sustanclas nocivas del tabaco también se detecta el monóxido de carbono; gases irritantes, que afectan el aparato respiratorio, y sustancias cancerígenas como el benzopireno o el alquitrán.
Asimismo, en la actualidad existen nuevos productos de administración de nicotina, como los PTC (productos de tabaco calentado) o los cigarrillos electrónicos.
Los PTC generan aerosoles que contienen nicotina y otras sustancias tóxicas al calentar el tabaco o activar un dispositivo que lo contiene. Mientras que los cigarrillos electrónicos son dispositivos que, al calentar una solución, generan un aerosol que es inhalado por el usuario. Pueden contener o no nicotina.
Si bien ambos casos fueron promocionados como productos que ayudan a dejar de fumar y cuyo riesgo es reducido, ambos exponen a los consumidores a emisiones tóxicas, muchas de las cuales provocan cáncer, y actualmente no se dispone de suficientes datos para concluir que sean menos perjudiciales que los cigarrillos.
Fumadores pasivos
¿Qué es el humo ajeno? ¿Cómo afecta al organismo? ¿Qué riesgo corren los fumadores pasivos?
El humo del tabaco no solo afecta y tiene efectos nocivos para la persona que fuma, sino que también pone en riesgo a quienes están expuestos a él.
Ni la ventilación ni la filtración pueden reducir los efectos causados por el humo de tabaco en espacios interiores a niveles que se consideren aceptables para la salud del organismo. Por lo tanto, la única manera de prevenir la exposición es con ambientes cerrados libres de humo al cien por ciento.
En este marco, se conoce como fumador pasivo a la persona que está expuesta al humo del tabaco ajeno. Este puede ser “de segunda mano”, que es el que se encuentra en un ambiente donde alguien está fumando; o “de tercera mano”, el que queda adherido en los ambientes luego de que alguien fumó en un espacio cerrado.
Enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco
El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares.
Cada calada a un cigarrillo envía toxinas y sustancias cancerígenas al organismo.
Se estima que los fumadores crónicos pierden un promedio de 10 años de vida como mínimo y cada día más de 22.000 personas fallecen como consecuencia del consumo de tabaco y exposición al humo ajeno.
Enfermedades causadas por el tabaco en todas sus formas
-Infarto de miocardio y enfermedades cardiovasculares
-Cáncer de boca y enfermedades bucales
-Cáncer de garganta
-Otros tipos de cáncer
-Muerte fetal
-Retraso del crecimiento fetal, bajo peso al nacer y parto prematuro
Enfermedades causadas por el humo de tabaco
-Cáncer de pulmón
-Asma
-Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
-Tuberculosis
-Enfermedades respiratorias y disminución de la función pulmonar
-Diabetes tipo 2
-Demencia
-Disminución de la fertilidad en hombres y mujeres
-Disfunción eréctil
-Muerte súbita del lactante
-Aumento de síntomas y dolor durante la menstruación y menopausia
-Anomalías congénitas
-Pérdida de visión
-Pérdida de audición
-Trastornos gastrointestinales
-Debilitamiento del sistema inmunitario
-Fragilidad ósea
-Trastornos cutáneos
Una vida libre de tabaco
Según datos de la OMS, unos 780 millones de personas a nivel mundial reconoce su deseo de dejar de consumir tabaco, sin embargo, nada más que un 30% tiene acceso a medios que los puedan ayudar a cumplir esa meta. Se estima que, sin apoyo profesional, solo el 4% de los intentos de abandonar el consumo de tabaco funcionan.
Si bien la necesidad que genera la adicción puede ser intensa, expertos en la materia aseguran que dura entre 5 y 10 minutos. De todas formas, resistir al deseo de fumar o consumir tabaco no es tarea fácil. Entre las recomendaciones se encuentran las terapias de reemplazo de nicotina, la importancia de evitar factores y situaciones desencadenante, retrasar las ganas de consumir tabaco, masticar algo y mantener la boca fresca para reducir el deseo, intentar dejar el consumo de tabaco por completo y no reduciendo la cantidad de a poco, hacer actividad física y practicar técnicas de relajación, recibir apoyo y asesoramiento profesional.
También vale la pena recordar los riesgos del consumo y, sobre todo, los beneficios de una vida libre de tabaco:
-A los 20 minutos de dejar de fumar: se reducen la tensión arterial y la frecuencia cardíaca elevadas.
-A las 12 horas: el nivel de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo vuelve a la normalidad.
-Entre 2 y 12 semanas: mejora la circulación, se reduce el riesgo de infarto de miocardio y empieza a mejorar la función pulmonar.
-De 1 a 9 meses: se reducen la tos y la disnea.
-En un año: el riesgo de cardiopatía coronaria es un 50% inferior al de un fumador.
-En 5 años: el riesgo de accidente cerebrovascular se iguala al de un no fumador entre 5 y 15 años después de dejar de fumar.
-En 10 años: el riesgo de cáncer de pulmón disminuye cerca del 50% del de un fumador, y también disminuye el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga y páncreas.
Fuentes
https://www.who.int/es/news/item/19-12-2019-who-launches-new-report-on-global-tobacco-use-trends
https://www.who.int/publications/i/item/WHO-NMH-PND-2019.5
https://www.who.int/publications/i/item/9789240022218
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/tobacco
https://www.who.int/tobacco/publications/prod_regulation/heated-tobacco-products/es/
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/324847/WHO-NMH-PND-19.1-spa.pdf?ua=1